La terapia conductual dialéctica propone que la desregulación emocional es un aspecto nuclear del trastorno límite de la personalidad, y la aplicación de técnicas que permitan un mejor manejo de las emociones es uno de los aspectos centrales de la psicoterapia.

Es común que el paciente con un trastorno de personalidad límite se sienta abrumado por una serie de emociones intensas y desagradables; estas personas experimentan con frecuencia ira, frustración, tristeza y ansiedad y encuentran muy pocos recursos personales para manejar esos estados emocionales, que les resultan intolerables. Algunas conductas disfuncionales características son, por ejemplo, las conductas de auto daño, las cuales son intentos de soluciones conductuales a esas emociones intolerables.
En este módulo, resulta especialmente importante trabajar de una forma validante. Los pacientes muchas veces se exigen no sentir, o se sienten profundamente inadecuados por sentir lo que están sintiendo. De hecho, gran parte del sufrimiento que estas personas experimentan tiene su origen en las respuestas secundarias (por ejemplo, vergüenza o ansiedad) ante emociones primarias. El paciente debe aprender a observar su respuesta emocional de una forma consciente. El terapeuta anima a que los pacientes toleren sus emociones pero que sean capaces de cambiar la respuesta emocional y conductual que dan a ellas, que en muchos casos es dañina y causa más sufrimiento.
En este módulo, por tanto, se aprende a identificar y nombrar emociones y a reconocer la función que éstas cumplen en el entorno. Se adoptan, además, técnicas destinadas a reducir la vulnerabilidad asociada a un estilo de vida poco saludable respecto al sueño o la alimentación. Como forma de intervenir en la respuesta emocional, se ensayan técnicas para aumentar la conciencia y frecuencia de las emociones positivas, por ejemplo por medio de actividades agradables, y para reducir el impacto de las emociones negativas, por ejemplo, cambiando la respuesta que se da a ellas mediante la acción opuesta a la emoción.
Habilidades de tolerancia al malestar
Las habilidades de tolerancia al malestar, como las habilidades de conciencia plena, están basadas en el mindfulnessy la filosofía zen y budistas relacionadas con la aceptación. Lo importante, en este caso, no es evitar el dolor o el sufrimiento, sino aprender a manejarlo con habilidad. Así́, desde esta perspectiva, el dolor es parte de la vida y su aceptación es parte de cualquier proceso de cambio.
Las estrategias propuestas en este módulo se dividen en dos bloques: habilidades de supervivencia a las crisis y habilidades de aceptación de la realidad.
Las habilidades de supervivencia a las crisis van dirigidas a aprender a tolerar el dolor de una situación dada sin recurrir a conductas que mantengan o aumenten en sufrimiento. Los pacientes con trastorno de personalidad límite suelen responder a las situaciones dolorosas por medio de una respuesta impulsiva, por ejemplo, una auto lesión. Estas respuestas suponen un alivio a corto plazo, pero empeoran el problema a largo plazo. Las técnicas que se enseñan en esta parte se dirigen a aprender a dar una nueva respuesta a las crisis: distraerse, proporcionarse estímulos positivos, mejorar el momento por medio de la imaginación y la relajación y pensar en los pros y los contras de conducta impulsiva.
Las habilidades de aceptación de la realidad tienen que ver con aceptar, de una forma no enjuiciadora, a uno mismo y a la situación actual tal como se presenta en el momento. Son técnicas para aprender a percibir y experimentarse a uno mismo y a su ambiente sin intentar cambiar o modificar nada. Estas técnicas incluyen la aceptación radical, dirigir la mente hacia la aceptación y cultivar la buena disposición. Se trabajan, con este propósito, ejercicios de conciencia de uno mismo y del entorno, de media sonrisa y de autobservación.
dcu login
paycor login
solara executor
galaxy swapper v2
rufus download